El descubrimiento fue motivado también por el derecho que tenían los reyes lusitanos a la evangelización de las nuevas tierras conquistadas. Para el maestro de historia Walter Á‚ngelo Fernandes Aló, de la Universidad de Río de Janeiro, la religiosidad de los portugueses fue un factor decisivo para el descubrimiento. "Desde los tiempos de las cruzadas, en las que participaron activamente, los portugueses encararon las conquistas como una especie de misión" | |||
Alvarez Cabral, un caballero de la Orden de Cristo, partió del río Tejo, en Lisboa, el 8 de marzo de 1500, en dirección a las Indias con miras a crear un Puesto Comercial. Su armada estaba formada de 13 navíos y 1,500 tripulantes, la mayor expedición hasta entonces organizada por Portugal. A bordo, nobles, estudiosos, desterrados y artesanos representaban una muestra de la sociedad portuguesa.
Ocho frailes franciscanos iban liderados por Henrique Soares, prominente figura del clero portugués, que celebró la primera ceremonia cristiana en suelo brasilero. El fraile Henrique Soares declaró que el viaje de descubrimiento fue realizado para honra y obediencia a la cruz, es decir, el desafío que lanzó a los portugueses a los mares fue una saga alimentada en gran parte por el fervor cristiano. La opulenta Orden de Cristo fue quien organizó y financió gran parte de esa empresa.
No se puede dejar de reconocer que el descubrimiento de Brasil fue motivado también por el derecho que tenían los reyes lusitanos a la evangelización de las nuevas tierras conquistadas. Para el maestro de historia Walter Á‚ngelo Fernandes Aló, de la Universidad de Río de Janeiro, la religiosidad de los portugueses fue un factor decisivo para el descubrimiento de Brasil. "Desde los tiempos de las cruzadas, en las que participaron activamente, los portugueses encararon las conquistas como una especie de misión", es decir, para el historiador las motivaciones religiosas fueron tan importantes como las económicas. "El pueblo portugués se creía predestinado por Dios para grandes logros. Después de cinco siglos bajo el dominio musulmán, Portugal presentía en el fin del feudalismo el inicio de una nueva era. El entusiasmo y el sentimiento libertario motivaron a la conquista de nuevas tierras y almas."1
I
nvestigaciones recientes publicadas por el historiador portugués Jorge Couto de la Universidad de Lisboa2 revelaron que D. Manoel I ya tenía conocimiento de la existencia del Brasil antes de la expedición de Cabral. La tesis del historiador está basada en un manuscrito producido por Duarte Pacheco Pereira, titulado de Esmeraldo de situ orbis (El tratado de los nuevos lugares de la Tierra, por Manoel y Duarte), que estuvo desaparecido por casi cuatro siglos. Duarte Pacheco era un genio en astronomía, navegación y geografía. Era un hombre de la más absoluta confianza del rey D. Manoel I y desembarcó en Brasil, en las proximidades de la frontera de Marañon con el Pará, entre noviembre y diciembre de 14983, por tanto un año y medio antes de Cabral. De regreso a Lisboa hizo un relato compuesto por cinco partes en un total de 200 páginas al rey D. Manoel I. La mejor prueba del descubrimiento de Brasil se encuentra en el siguiente extracto resumido del capítulo segundo de la primera parte del Esmeraldo:
"Como en el tercer año de vuestro reinado del año de Nuestro Señor de mil cuatrocientos y noventa y ocho, cuando vuestra Alteza nos mandó a descubrir la parte occidental, pasando más allá de la grandeza del mar Océano, donde es encontrada y navegada una tan grande tierra firme, con muchas y grandes islas adyacentes a ella y es grandemente poblada. Tanto se dilata su grandeza y corre con mucha largura, que de una parte ni de otra no fue visto ni sabido el fin y cabo de ella. Se ha encontrado en ella mucho y fino brasil con otras muchas cosas de que los navíos en estos Reinos ven grandemente poblados."
D. Manoel consideró el descubrimiento como un secreto de Estado y mantuvo el manuscrito en sigilo. Para el historiador José Manoel Garcia "el viaje de Cabral sigue siendo considerado el descubrimiento oficial de Brasil apenas por una cuestión de tradición y comodidad."4
Porto Seguro, así bautizada por la calma de sus aguas y por la belleza natural de su paisaje, acogió el día 26 de abril de 1500 a la armada portuguesa que, en vez de haber seguido el viaje hacia las Indias, tomó rumbo hacia el Occidente pasando por Cabo Verde. La bandera con la cruz de Cristo fue izada en este nuevo territorio y la primera misa fue celebrada.. "La principal riqueza de la tierra recién descubierta fue, durante muchos años, el palo brasil, árbol cuya médula, intensamente roja, tenía aplicación en las tintorerías y cuya madera, de una gran resistencia, era usada en la construcción de muebles y de navíos. El nombre que los descubridores dieran a la nueva tierra €“Vera Cruz €“ fue rápidamente substituido por la designación del principal producto que de ella se traía."5
Ocho frailes franciscanos iban liderados por Henrique Soares, prominente figura del clero portugués, que celebró la primera ceremonia cristiana en suelo brasilero. El fraile Henrique Soares declaró que el viaje de descubrimiento fue realizado para honra y obediencia a la cruz, es decir, el desafío que lanzó a los portugueses a los mares fue una saga alimentada en gran parte por el fervor cristiano. La opulenta Orden de Cristo fue quien organizó y financió gran parte de esa empresa.
No se puede dejar de reconocer que el descubrimiento de Brasil fue motivado también por el derecho que tenían los reyes lusitanos a la evangelización de las nuevas tierras conquistadas. Para el maestro de historia Walter Á‚ngelo Fernandes Aló, de la Universidad de Río de Janeiro, la religiosidad de los portugueses fue un factor decisivo para el descubrimiento de Brasil. "Desde los tiempos de las cruzadas, en las que participaron activamente, los portugueses encararon las conquistas como una especie de misión", es decir, para el historiador las motivaciones religiosas fueron tan importantes como las económicas. "El pueblo portugués se creía predestinado por Dios para grandes logros. Después de cinco siglos bajo el dominio musulmán, Portugal presentía en el fin del feudalismo el inicio de una nueva era. El entusiasmo y el sentimiento libertario motivaron a la conquista de nuevas tierras y almas."1
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Forro de una cajetilla de cigarrillos en el siglo XVI con el rostro del descubridor del Brasil. |
"Como en el tercer año de vuestro reinado del año de Nuestro Señor de mil cuatrocientos y noventa y ocho, cuando vuestra Alteza nos mandó a descubrir la parte occidental, pasando más allá de la grandeza del mar Océano, donde es encontrada y navegada una tan grande tierra firme, con muchas y grandes islas adyacentes a ella y es grandemente poblada. Tanto se dilata su grandeza y corre con mucha largura, que de una parte ni de otra no fue visto ni sabido el fin y cabo de ella. Se ha encontrado en ella mucho y fino brasil con otras muchas cosas de que los navíos en estos Reinos ven grandemente poblados."
D. Manoel consideró el descubrimiento como un secreto de Estado y mantuvo el manuscrito en sigilo. Para el historiador José Manoel Garcia "el viaje de Cabral sigue siendo considerado el descubrimiento oficial de Brasil apenas por una cuestión de tradición y comodidad."4
Dibujo de la embarcación en la que Cabral viajó desde Portugal para el descubrimiento. |
1. Eclésia, A revista evangélica do Brasil, abr. 2000. 2. Jorge Couto, A construÁ§Á£o do Brasil, EdiÁ§Áµes Cosmos. 3. 1498 fue el mismo año del Tercer viaje de Cristóbal Colón, en el que llegó a Tierra Firme, específicamente a la desembocadura del río Orinoco, en Venezuela, espacio que llamó "Tierra de Gracia" y en donde ubicó el Paraíso Terrenal. 4. Ese descubrimiento "oficial" de Brasil se produjo en abril de 1500, año y medio después del alegado viaje de Duarte Pacheco Pereira, y fue comandado por Francisco Alvares Cabral. 5. Obra citada de José Hermano Saraiva, p. 167.