La escasez de lluvia en los últimos meses hubiera sido causa de otra crisis eléctrica nacional, sin la presa, cuya inauguración oficial se anuncia para las próximas semanas
Diferentes estructuras del cuerpo de la presa en las fotografías de ésta y la página siguiente (fotos de Julio Robles)
No se inaugura, pero la presa de Mazar ya está en operación al regular los caudales y retener los sedimentos, para preservar la vida útil de la presa Daniel Palacios Izquierdo y de la Central Paute, en funcionamiento desde mayo de 1983.
La operación total de la presa se producirá cuando entren a operar las dos turbinas que generarán 160 megawatios de electricidad en la casa de máquinas subterránea, que ya ha pasado las pruebas de funcionamiento y está lista para generar la energía con la que aportará al sistema nacional interconectado.
El verano, que se prolonga ya desde un año atrás €“con ligeros intervalos de lluvia- podría haber causado otra crisis eléctrica en los meses recientes, si Mazar no estuviera prestando sus beneficios inadvertidos para el público acostumbrado a inquietarse por los estragos del clima cuando hay racionamientos eléctricos.
Ingeniero Napoleón Martínez, Gerente Regional de la Constructora Herdoíza - Crespo.
Napoleón Martínez, Gerente Regional de la Constructora Herdoíza Crespo, expresó satisfacción porque la compañía ha cumplido a cabalidad las responsabilidades de ejecutar la obra, en asocio con la italiana Impregilo, una de las constructoras más grandes del mundo.
El contrato para la presa se firmó el 10 de marzo de 2005. Con la ampliación de frentes de trabajo, debió concluir en junio de 2011, pero se adelantó un año mediante contratos para acelerarla con el incremento de obreros y maquinaria. Mazar es sin duda la obra de ingeniería más grande del país en la primera década del siglo XXI.
El consorcio constructor ocupó hasta dos mil obreros en los períodos más intensos de trabajo, durante las 24 horas del día. Los trabajos empezaron por la apertura de vías de acceso a los frentes, rubro que corrió a cargo exclusivo de la firma Herdoíza Crespo, como luego la excavación de los túneles de desvío del río, el acceso a la casa de máquinas y la propia casa de máquinas al interior de la montaña, así como el túnel de descarga.
El costo de la presa es del orden de los 400 millones de dólares. Al haberse adelantado un año para ejecutarla, el país ahorró 600 millones de dólares que hubiera costado la generación térmica, esto es 50% más que el valor total de la obra.
La estructura de la presa, de roca compactada con rodillos de gran poder y peso, garantiza la estabilidad y firmeza. Además, está empotrada en las montañas laterales con pernos de anclaje de gran profundidad. La cara de aguas arriba tiene un revestimiento de hormigón, en cuerpos ensamblados con láminas de cobre que proporcionan flexibilidad frente a posibles asentamientos o movimientos de origen sísmico.
Martínez, personero de la firma constructora, asegura que la participación de Herdoíza Crespo en la ejecución, es una experiencia singular de una empresa ecuatoriana para ejecutar una obra de la magnitud y trascendencia de Mazar. Esta misma compañía ha realizado también obras de vialidad en el exterior, mediante concursos internacionales en los que ha participado. En el país, tiene contratos de vialidad en varias provincias.
La cota sube lentamente...
El llenado de la gigantesca presa de cinco millones de metros cúbicos de roca, 166 metros de alto, 800 de ancho y 330 de largo en la cresta de coronación, empezó el 7 de febrero, aprovechando una sorpresiva y oportuna creciente del río Paute.
A fines de mayo la cota del embalse de Mazar estaba alrededor de los 2.130 metros sobre el nivel del mar, 42 metros arriba de la toma de carga de conducción de las aguas a la casa de máquinas,   faltando 23 para subir al máximo nivel. Las aguas acumuladas a la fecha eran de alrededor de 170 millones de metros cúbicos, restando 240 millones acumular la máxima capacidad, de 410 millones.
El embalse de la presa Daniel Palacios, aguas abajo, se mantiene en cotas que superan los 180 de los 191 metros de altura total, gracias al acceso de aguas regulado por Mazar, que abre nueve horas diarias sus desagües de fondo, para la operación normal de la casa de máquinas, con seguridad y sin restricciones, afirmó Julio Robles, ingeniero de Celec-Hidropaute que ejerce de Coordinador Técnico de Mazar.
Mazar, además de detener el sedimento y ahorrar agua, generará 160 megawatios de electricidad. Las dos turbinas de la casa de máquinas subterránea han pasado satisfactoriamente las pruebas de generación, hallándose listas para la operación formal desde la inauguración, y la otra un mes después.
Entre fines de junio o comienzos de agosto el Presidente Rafael Correa inauguraría la presa, una de las obras de interés nacional más esperadas en las últimas dos décadas y tema controversial en todas las campañas eleccionarias posteriores a la etapa de dictaduras militares de la década de los años 70 del siglo pasado.

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