El domingo 7 de febrero de 2010 se cerraron las compuertas para llenar el embalse de la presa que formará el lago artificial más grande del Ecuador y asegurará la operación de los mayores proyectos hidroeléctricos en marcha del país. Desde el siguiente día se regulan los caudales del río Paute y se aprovecha esta obra esperada dos décadas. Entre 70 y 90 días demoraría llegar el espejo de aguas al nivel más alto: todo depende de cuánto llueva, pero Mazar ya es una realidad


La presa de 166 metros de altura embalsará 410 millones de metros cúbicos de agua.

El Proyecto Hidroeléctrico Paute €“inicialmente llamado de la Cola de San Pablo- con la construcción de la ruta del ferrocarril, son los mayores desafíos de la ingeniería emprendidos por el Ecuador en su historia
Daniel Palacios Izquierdo descubrió la potencialidad del río Paute a 125 kilómetros al oriente de Cuenca y en enero de 1961 presentó al Centro de Reconversión Económica (CREA) un estudio que empezaba diciendo: "Entre los regalos con los que ha dotado la naturaleza al Azuay tiene un valor de proyecciones insospechadas el gran potencial hidroeléctrico constituido por el caudal del río Paute cuando éste, juntando a su cauce todo el sistema fluvial de las provincias del Azuay y Cañar, a excepción de los ríos Cañar y Jubones, entrega sus aguas al Amazonas por el cauce granítico de las estribaciones de la Cordillera Oriental, cortando la misma entre los macizos del Juval por el norte y el Allcuquiro por el sur en el paraje llamado Cola de San Pablo, situado aproximadamente en el kilómetro 90 de la carretera Paute-Méndez".

Esteban Albornoz
A Esteban Albornoz correspondió ejercer altas responsabilidades durante la construcción: Gerente de Hidropaute, Gerente de CELEC, Ministro de Energía y otra vez Gerente de Hidropaute.

Entonces el Ecuador producía alrededor de 125 mil kilowatios de electricidad, la mayor parte térmica y las previsiones audaces del Proyecto Paute eran de más de un millón de kilowatios. La iniciativa de Daniel Palacios fue acogida por el CREA, aunque en principio se la consideró una locura y causó debates políticos en las esferas gubernamentales y del Congreso, así como la objeción de sectores económicos de las mayores ciudades del país que no creían que fuera de sus jurisdicciones debían realizarse inversiones de la magnitud como la que requería el Proyecto Paute.
El Instituto Ecuatoriano de Electrificación (INECEL), creado en 1961, apoyó la obra hidroeléctrica. En 1962 la empresa Ingelow Kidd y Asociates Limited asumió los estudios preliminares y en 1965 se contrató los diseños definitivos con la empresa Chas T. Main International Inc.

El 1 de diciembre de 2006 se desvió el cauce por un túnel para construir la presa. En la ceremonia intervino Marcelo Herdoíza en representación del consorcio constructor.

El 12 de marzo de 1976, en el triunvirato militar presidido por Alfredo Poveda Burbano, se suscribió el primer contrato para la ejecución de las obras. El 20 de mayo de 1983 el Presidente Oswaldo Hurtado Larrea inauguró las fases A y B, cuya capacidad instalada de 500 mil kilowatios está en funcionamiento, al igual que la fase C, inaugurada por el Presidente Rodrigo Borja el 3 de noviembre de 1991, con otras cinco turbinas adicionales que producen 575 mil kilowatios.
Cuando en 1983 entró a operar la Central   Paute, el Ecuador pasó del 30% de generación hidroeléctrica al 70%, invirtiendo las cifras vigentes, pues prevalecía el origen térmico en la generación eléctrica. A partir de entonces, el país ha impulsado proyectos productivos y ha expandido la electrificación rural, con beneficios multiplicadores en todos los ámbitos del desarrollo, aunque por este mismo crecimiento, las necesidades energéticas han sido mayores a los índices de generación, sin que se haya podido descartar el refuerzo de la generación térmica.

Fragmentos de la tubería de acero para el blindaje de la caída de agua para mover las turbinas de la casa de máquinas. Tiene 6 metros de diámetro.

Nunca antes se había hecho inversiones de esa magnitud en la historia del país. Acaso fue la mejor siembra de los recursos petroleros, pues el Fondo Nacional de Electrificación, creado el 6 de mayo de 1970, hacía partícipe al INECEL del 47% de las regalías provenientes de la exportación del petróleo.
Las fases A y B de Paute costaron 671.6 millones de dólares, financiados por bancos y organismos financieros internacionales y el por el Fondo Nacional de Electrificación. La fase C costó 220 millones de dólares, financiados con créditos del exterior y del Fondo de Electrificación.
En 1999 se extinguió el INECEL en aplicación de la Ley de Régimen del Sector Eléctrico, que creó las empresas de generación y distribución eléctrica. Así nació Hidropaute, constituida el 6 de enero de 1999, que tendría a su cargo impulsar el Proyecto Integral Paute-Mazar-Molino-Sopladora, para el aprovechamiento en cascada de la capacidad energética de la cuenca del río Paute.

Movimientos de tierra en la base de la presa en septiembre de 2007.

A la fecha de su constitución, ante el Notario I del cantón Quito, Hidropaute tenía un capital suscrito de tres billones 472 mil 589 millones de sucres y capital autorizado de seis billones 945.178 millones de sucres. Su patrimonio son terrenos, edificios, estructuras, instalaciones electromecánicas, equipos, carreteras, caminos y puentes, equipos de transporte, herramientas, talleres, garages, laboratorio de ingeniería, equipos de comunicación e instalaciones generales, en el área de operación de la central hidroeléctrica Paute.
Recientes decisiones gubernamentales crearon la Corporación Eléctrica del Ecuador (CELEC), nueva propietaria de los bienes de Hidropaute, así como de todas las generadoras y distribuidoras de electricidad en el Ecuador.

 

Mazar, la historia

El pasado 28 de febrero Daniel Palacios Izquierdo   habría cumplido 98 años. Un homenaje a su memoria viene a ser que esté ya llenándose el embalse de Mazar, continuación del proyecto hidroeléctrico más grande del Ecuador, descubierto por él en 1961.
La presa de Mazar, segunda etapa en los diseños iniciales del Proyecto Paute, debió operar desde febrero de 1991. Han pasado 19 años para que se hiciera realidad, por avatares políticos e intereses económicos que demoraron la obra que habría afectado a los onerosos beneficiarios de la generación térmica.
Cuando en mayo de 1983 entraron en operación las fases A y B del Proyecto Paute, ya se disponía de los "estudios definitivos" de Mazar, que debió construirse antes de la Fase C, para asegurar el funcionamiento de las cinco primeras turbinas de la Casa de Máquinas de la Central Molino y las que vendrían luego.
La asociación de consultores Electro-Watt-Motor Columbus-Salzgiter/Adec-Higgeco-IDCO-Integral concluyó los estudios de factibilidad y diseños definitivos en octubre de 1982, por contrato financiado por el INECEL, Fonapre y el Banco Interamericano de Desarrollo. Todo estaba calculado para que Mazar se construyera con plazos sujetos a las condiciones hidrológicas, volúmenes de sedimentación y hasta condiciones climáticas.
La presa inicial fue concebida para embalsar 600 millones de metros cúbicos de agua, para la operación continua de la Central Molino, incluidas las cinco turbinas adicionales de la fase C, tercera etapa del Proyecto Paute que se hizo antes de la presa de Mazar y ha operado con frecuentes dificultades por falta de caudal en los estiajes.

Uno de los principales objetivos de Mazar tenía que ver con la sedimentación. La Central Paute preveía una vida útil de 50 años, si Mazar entraba a operar ocho años después de las fases A y B: el volumen de 120 millones de metros cúbicos del embalse de la presa Daniel Palacios Izquierdo, contaba con un espacio de 20 millones de metros cúbicos destinados al sedimento en 50 años.
Construida Mazar, en el embalse de Amaluza están ya 50 millones de metros cúbicos de sedimento, pese a que desde 1991 €“cuando debió operar- se ha contratado servicios de dragado. Según los técnicos, el sedimento no afecta a la Central Molino, porque una gran parte se aloja en el "volumen muerto" del embalse.
El diseño inicial del Proyecto Paute señalaba febrero de 1991 para llenar el embalse, sobre estudios históricos de la hidrología regional, por los cuales no era posible hacerlo en el segundo semestre de cualquier año, por la baja de caudales en el río Paute. El tiempo confirmó la previsión, pues el 19 de septiembre de 2009 se suspendió el cierre programado de las compuertas de Mazar, por falta de agua, y solo pudo hacerse el 7 de febrero pasado.
Es necesario, además, recordar que cuando se construyó la presa Daniel Palacios Izquierdo, el cierre de las compuertas para llenar el embalse de Amaluza fue el 4 de febrero de 1983. Siempre en febrero.
Es curioso que los técnicos €“más bien los políticos- hayan ignorado los factores dependientes inevitablemente de la naturaleza. El actual gobierno desde sus inicios, en 2007, decidió impulsar Mazar con un contrato ampliatorio con el contratista, para adelantar un año su conclusión: el entonces Ministro de Áreas Estratégicas demoró tres meses en firmar el documento en su poder y cuando lo hizo, se esperó un lapso similar hasta que la constructora incrementara máquinas y obreros, lo que desfasó la terminación de la presa y cuando en septiembre del año pasado se intentó llenarla, la hidrología baja impidió cerrar las compuertas.
Si no se hubiese desperdiciado el tiempo restándoles validez a las previsiones hidrológicas, la reciente crisis eléctrica habría pasado inadvertida o habría sido menor, ganando un año en la operación de la presa y evitando pérdidas que sobrepasan su costo, aparte de la molestia de los racionamientos y sus efectos políticos y aun administrativas para el Gobierno.
En 1998 el Ministro de Energía, Raúl Baca Carbo, renunció a consecuencia de los racionamientos eléctricos y lo propio acaba de ocurrir en este gobierno, con el Ministro Esteban Albornoz. El primero dijo que no habría cortes de energía y sí se produjeron y el segundo señaló el 15 de diciembre de 2009 para terminar los racionamientos que empezaron el 5 de noviembre, pero continuaron un mes más. A la pérdida económica por el desfase de la operación de Mazar, se sumó la pérdida del Gobierno al alejarse de su entorno un técnico de reconocida solvencia, por razones políticas.

 


La obra, los constructores y niveles


El presidente Lucio Gutiérrez firma como testigo de honor el contrato para la construcción, el 10 de marzo de 2005, cuarenta días antes de su derrocamiento.

El 12 de septiembre de 2003 el Gobierno del Presidente Lucio Gutiérrez, presionado por enérgicos reclamos de las provincias de Azuay y Cañar, entregó a Hidropaute la concesión de la Central Molino del Proyecto Paute y el 14 de mayo siguiente, la concesión del proyecto Mazar, puntos de partida de la obra.
El 10 de marzo de 2005, luego de promover un concurso de firmas internacionales, la compañía Hidropaute contrató la construcción de Mazar con el Consorcio integrado por las firmas Impregilo de Italia, y Herdoíza Crespo, de Ecuador. El Presidente Lucio Gutiérrez firmó como testigo de honor y fue condecorado por los directivos de Hidropaute.
Cuarenta días después de colocar la primera piedra para construir la presa, Gutiérrez fue depuesto del poder y le correspondió continuarla a Alfredo Palacio, pero el impulso mayor recibió del Presidente Rafael Correa, hasta concluirla.
La presa cumple tres objetivos fundamentales: acumular reservas de agua para regular el caudal de acceso a la casa de máquinas de la Central Molino, evitando restricciones de generación en los estiajes; retener dos millones de metros cúbicos anuales de sedimento, para prolongar la vida útil de la presa Daniel Palacios y, generar 180 megawatios de electricidad para el Sistema Nacional Interconectado.
Se añade la importancia ecológica de la obra, pues la generación de energía limpia de Mazar equivaldría a la quema de 100 millones de barriles de diesel por año o la contaminación ambiental con un millón de toneladas de anhídrido carbónico.
El Consorcio constructor se adjudicó la obra por concurso internacional, con una oferta de 188 ´302.406,50 dólares, 50 millones menos que el costo referencial en la convocatoria al concurso. El plazo inicial fue de cuatro años. Luego se suscribieron dos contratos adicionales, por 45 ´141.443,72 y 55 ´011.110,81 dólares, que sumaron el valor total a 284 ´645.069,66 dólares.
Con anterioridad, el 23 de diciembre de 2004, se contrató el Gerenciamiento, por 15 ´995.764 dólares, con el consorcio Gerencia Mazar conformado por las consultoras Leme Engenharia (Brasil), Coyné Et Bellier (Francia), M & N Ingenieros (Chile) y Caminosca (Ecuador). En relación con la modificación de los contratos de obras civiles, hubo también incremento de costos por 12 millones de dólares, que elevaron el valor del gerenciamiento a cerca de 30 millones.
El 30 de noviembre de 2006 se contrató con el Consorcio Internacional Mazar conformado por las empresas ALSTOM Hydroenergía Brasil Ltda., VOITH SIEMENS, SIEMENS y SANTOS CMI, la fabricación, suministro, transporte, montaje, pruebas y puesta en operación del equipamiento electromecánico, mecánico y eléctrico para la Central Hidroeléctrica Paute Mazar, por 79.9 millones de dólares y el plazo de 900 días. En esta contratación el incremento de costos no fue mayor, por lo que el total se redondea en 80 millones de dólares.
En cuentas resumidas, el costo total de la presa de Mazar €“incluidas obras civiles, gerenciamiento y equipos electromecánicos y mecánicos- bordea los 400 millones de dólares.
La presa es una estructura de 5.1 millones de metros cúbicos de relleno de roca, de 166 metros de alto por 330 de longitud de coronación, para formar un embalse de 410 millones de metros cúbicos de agua en un lago de 31 kilómetros de largo. La pantalla aguas arriba está revestida de hormigón.
Para levantar la presa se construyó una red de vías de acceso a los diversos frentes de trabajo y se desvió el río por un túnel de 1.2 kilómetros, de 12 metros de diámetro, a la margen izquierda del río Paute. El 1 de diciembre de 2006 se produjo el desvío por el túnel, diseñado para una capacidad de hasta 1.500 metros cúbicos de agua por segundo, con estimaciones históricas calculadas en 50 años.
El cuerpo de la presa parte de la cota de 2.000 metros sobre el nivel del mar. El nivel máximo del embalse está en los 2.153, con 13 adicionales para casos de excepcional presencia de agua. Los desagües de fondo están en el nivel 2.060 y la boca del túnel de carga a 2.083. La cota mínima de operación es la   2.098. Desde este nivel hasta la máxima altura del embalse, el volumen de agua llega a los 309 millones de metros cúbicos.

Maquinaria cierra el paso del río para desviarlo por el túnel en el sitio anterior al cuerpo de la presa

Las aguas se precipitarán por una tubería inclinada de 68 metros de alto por 6.1 metros de diámetro en el tramo superior revestido de hormigón y de 5.6 metros en la parte inferior, con blindaje de acero, para mover las dos turbinas de la casa de máquinas, con capacidad de generación de 80 megawatios cada una. La casa de máquinas, subterránea, tiene 62 metros de largo, 21 de ancho y 40 de alto.
La construcción de la presa de Mazar se ha desarrollado con normalidad, con la participación de hasta dos mil obreros en los tiempos de mayor ocupación laboral. Dos personas fallecieron durante la ejecución de los trabajos, un técnico francés que fue arrastrado por un alud y un chofer que se volcó al río. En la construcción de las fases A y B de la Central Paute, el número de muertos llegó a 60.
Es importante destacar la presencia de técnicos y obreros nacionales en los diversos frentes de trabajo, así como de la constructora ecuatoriana Herdoíza Crespo en la ejecución de la obra. De parte del consorcio constructor laboró un promedio de 10 técnicos italianos; técnicos nacionales, de segundo nivel, un promedio de 15, así como el 80% de obreros fueron ecuatorianos, principalmente originarios de la zona del proyecto. En algunos frentes se ocupó trabajadores peruanos, con experiencia en obras similares.
El embalse cubrirá de agua 1.409 hectáreas, casi la totalidad declives hacia las vertientes del río, en terrenos ubicados en los cantones Paute, El Pan, Sevilla y Azogues, con 774 predios en los que no había más de diez viviendas. Hidropaute ha indemnizado con 7 ´8811,811,77 dólares a 556 propietarios de 1.109 hectáreas   y está pendiente, con trámites jurídicos, la expropiación de 218 predios, en 300 hectáreas de superficie.


El genio del ingeniero Palacios


Ingeniero Daniel PalaciosDaniel Palacios Izquierdo, descubridor de la potencialidad energética del río Paute en el accidente geográfico de la Cola de San Pablo, nació en la hacienda familiar El Romeral, en Naste, de la parroquia Tomebamba, entonces del cantón Paute, el 28 de octubre de 1912.
Cursó estudios en la Universidad Central de Quito, para graduarse de ingeniero civil y luego enrolarse en la petrolera Shell, que le encargó la construcción de vías y aeropuertos en la amazonía.
A inicios de los años 50 del siglo pasado prestó sus servicios en el Centro de Recuperación Económica del Azuay, Cañar y Morona €“ente antecesor del CREA-, como Jefe de Ingeniería. También se vinculó a la Universidad y ejerció la cátedra en la facultad de Ingeniería, donde los alumnos le llamaban Nazi, por el temperamento, la disciplina y severidad del maestro en las aulas.
Técnico de visionarios proyectos, recorrió las montañas próximas a la hacienda El Romeral y de poblaciones vecinas, lo que le dio oportunidad para apreciar las posibilidades de aprovechar la topografía de la Cola de San Pablo para producir energía con un túnel, una caída de agua sobre las turbinas de una casa de máquinas subterránea.
Por esos tiempos había inaugurado la electrificación rural en la hacienda, aprovechando una pequeña caída de agua para generar electricidad con la que alumbraba la casa y era gran novedad para los campesinos, familiares y amigos que iban de paseo a la propiedad. Además, había demostrado con hechos prácticos la posibilidad de emprender obras de progreso con iniciativas propias, llegando a las puertas de la casa con su vehículo Land Rover a pesar de que la vía carrozable quedaba más de un kilómetro antes.      
Los familiares del personaje recuerdan que los peones halaban con cables al vehículo para pasar sobre tablones por sitios inaccesibles, mientras el ingeniero pisaba el acelerador, los frenos o dirigía el volante, hasta llegar a la planicie de la hacienda, por la que hacía pasear felices a la gente.
Daniel Palacios constituyó con Jaime Rosales y Jorge Roura la compañía constructora Línea, una de cuyas obras fue la demolición del histórico edificio municipal de Cuenca y la construcción del "palacio" que allí se plantó luego.
Su empresa abrió la carretera Ñuñurco-Palmas, donde volcó su carro en una curva del sitio Tablahuaico, el 5 de noviembre de 1963, cuando se inauguraba la vía. Herido en el accidente, fue conducido a la Clínica Vega de Cuenca, donde se comprobó su fallecimiento. La presa de Amaluza, parques y escuelas de la zona del proyecto Paute, llevan con honor su nombre.


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