El fenómeno telúrico causó muertes y estragos con cuantiosas pérdidas humanas y económicas y seguramente con efectos en el cierre de la campaña presidencial, cuando Obama va por la reelección
 
Fotografías: www.euronoticias.es
 
El huracán Sandy causó estragos a su paso por la costa este de los Estados Unidos, en la noche del 29 de octubre: frente al poder de la naturaleza los pueblos más poderosos son tan indefensos y vulnerables como cualquier rincón desolado del planeta.
 
El espectáculo devastador, transmitido al mundo a través de la más avanzada tecnología de la comunicación, puso en evidencia que son efectivas las alarmas por los impactos ambientales que el desarrollo está provocando en el comportamiento climático.
 
Alrededor de un centenar de personas han perecido a consecuencia del paso del huracán, siendo los Estados Unidos el país más afectado, con más de 30 víctimas mortales, más destrucciones públicas y 
privadas avaluadas en alrededor de 20 mil millones de dólares.
 
El paso del huracán afectó especialmente a Nueva York y Nueva Jersey, donde se paralizó por completo el tránsito, la administración pública y todas las actividades hasta el otro día del fenómeno, además de la destrucción de las conexiones eléctricas y telefónicas, provocando la suspensión eléctrica que afectó a no menos de ocho millones de personas.
 
Sandy sería un ingrediente importante en el fin de la campaña electoral por la Presidencia de los Estados Unidos, pues los estragos pusieron en primer plano la imagen del Presidente Obama, que va por la reelección, en perjuicio del republicano Mitt Romney.

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