Contraloría interviene en institución cuyo prestigio era parte de la tradición patrimonial de la ciudad de Cuenca
Los planos del edificio de la Casa de la Cultura fueron preparados por el urbanista uruguayo Gilberto Gatto Sobral. Se aprecia el bosquejo de la obra inaugurada en 1957, con motivo del cuarto centenario de la fundación de Cuenca.
En agosto de 1945 -hace 68 años- se creó el núcleo del Azuay de la Casa de la Cultura, convirtiéndose en institución pionera de la gestión intelectual de Cuenca. Lastimosamente, ahora sufre una crisis administrativa que cada vez se torna más profunda.
El 10 de febrero de 1955 se firmó el contrato para la construcción del edificio de la Casa de la Cultura de Cuenca, con la compañía Mena Atlas. Constan Mariano Cueva Jaramillo, Miguel Díaz Cueva, Víctor Manuel Albornoz, Roberto Crespo Ordóñez, Manuel María Ortiz, Manuel María Palacios Bravo, Carlos Cueva Tamariz (Presidente), Federico Arteta, Antonio Malo Moscoso, César Andrade y Cordero, Alfonso Malo Rodríguez, Luis Cordero Crespo, Jacinto Cordero Espinosa (el único aún vivo) y Abelardo Tamariz Crespo. (Archivo de Leonardo Ochoa Andrade) |
La fundación se dio en la Universidad de Cuenca, por entonces ubicada en el actual edificio de la Corte de Justicia en el parque Calderón. En años sucesivos funcionaría en un local de la Luis Cordero y Gran Colombia, donde está ahora la casa comercial Pacheco Mora y luego en la Gran Colombia y Borrero, donde está el Correo.
En 1948 la preocupación de la entidad fue disponer de su edificio propio, que contribuyera al ornato de Cuenca y diera cabida a las instalaciones con las que ampliaría constantemente su gestión. El Presidente Galo Plaza donó un viejo inmueble de propiedad de la policía, en la calle Luis Cordero y Presidente Córdova, a la vez que la Universidad cedió parte de su predio colindante con su edificio, en la calle Luis Cordero.
Entonces la institución promovió un concurso para el diseño y planificación de la sede, que ganó el ingeniero urbanista uruguayo Gilberto Gatto Sobral que por entonces elaboraba el Plan Regulador de la ciudad, por contrato con la Municipalidad de Cuenca.
Edificio colonial en el espacio que pasaría a propiedad de la Casa de la Cultura, demolido para sustituirlo con la moderna obra arquitectónica que privaría a Cuenca de un bien patrimonial entonces menospreciado.
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La construcción fue surgiendo como una obra revolucionaria en el centro urbano de Cuenca, inclusive con un atrevido pasadizo sobre la calle Córdova –esta calle entonces se llamaba Vásquez de Noboa- en la intersección con la Luis Cordero. Para conmemorar los cuatro siglos de fundación de la ciudad, en 1957, la inauguración del imponente edificio fue uno de los números más importantes en homenaje a Cuenca.
Desde la creación de la Casa de la Cultura, la han dirigido personajes destacados en el ámbito de la cultura de Cuenca y del país: Carlos Cueva permaneció 25 años en la Presidencia, hasta 1970. Luego le sucederían Efraín Jara Idrovo (1970-1983), con un lapso intermedio de interinazgo de Saúl T. Mora en tiempo de la dictadura militar; Edmundo Maldonado (1983-1987), Estuardo Cisneros Semería (1987-1991), Eliécer Cárdenas Espinosa (1991-1995), María Rosa Crespo (1995-1999), Diego Jaramillo Paredes (1999-2003), Efraín Jara Idrovo (2003-2007).
Frontis del edificio de la Casa de la Cultura, como se encuentra hoy |
La situación administrativa y legal de la Casa de la Cultura de Cuenca actualmente es de crisis – con una carga de desprestigio institucional-, lo que daría pábulo para que sus miembros asuman medidas emergentes que permitan superarla y recuperar la buena fama con la que esta institución ha aportado en beneficio de la imagen cultural de la ciudad.
Gestión en entredicho
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Desavenencias entre miembros del directorio de la Casa de la Cultura presidido por Carlos Vásconez han sido tema de escándalo público en meses y semanas recientes, con juicios penales por injurias de por medio, como no había acontecido antes en el núcleo local ni en otros de la institución en el país.
Los problemas tendrían como antecedente una situación similar a la del directorio anterior, cuando algunos miembros renunciaron para asumir contratos o cargos remunerados dentro de la institución. Entonces y ahora, dejó de funcionar el directorio, con la derivación de conflictos administrativos y repercusiones en la vida misma de la entidad.
El directorio de la matriz de la Casa de la Cultura, presidido por Raúl Pérez, es indiferente a los problemas de la institución en Cuenca. Ante ello, miembros del núcleo azuayo recogen firmas para promover una asamblea general que aborde los problemas existentes, sin descartar la posibilidad de pedir la renuncia al Presidente Vásconez, como una medida para abrir posibilidades de superar la crisis.
La Contraloría del Estado ha intervenido con una auditoría para investigar la situación administrativa, legal y económica de la Casa de la Cultura de Cuenca en los últimos cinco años. El directorio actual entró en funciones en noviembre de 2011.
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