En 1978 un ciudadano enajenó una lotización colindante con un espacio municipal, según consta en la escritura con su firma. Pero en 2006 recuperó el “espacio verde”, donó la mitad y vendió la otra parte. Los vecinos que pidieron investigar el hecho sospechoso están enjuiciados “por injurias”, mientras el alcalde dispuso una auditoría del caso, más de un año y medio después de que conoció la denuncia
La foto de hace tres décadas, la casa en construcción, con ventanas hacia el área verde, cerradas luego que este espacio pasó extrañamente a propiedad particular, en una foto reciente captada desde un ángulo similar. |
En escritura de 1978 consta que el dueño de la urbanización enajenó la misma aportando para una compañía inmobiliaria y con su firma señaló que colinda con el terreno municipal que años más tarde volvió a su propiedad y fue donado y vendido, por partes. |
Plano de Cuenca en libre circulación con el detalle ampliado donde consta el espacio verde al pie del Parque de Pérezpata |
Registro catastral de 2004 que identifica al predio como área municipal, documento recientemente anulado con el sustento de trámites bajo sospecha sobre los que los vecinos reclamaron la investigación. |
El donante “generosamente” ocultó su nombre, según testimonios de recortes de prensa |
Entre los trámites que “legalizaron” los procedimientos consta el pago de 118 dólares de seis años de tributos, sobre el predio que antes “no consta en el listado de contribuyentes”, por ser bien municipal (Documento bajado del sistema informático de la Municipalidad) |
Unos informes que desinforman | ||
El Presidente de la Asamblea Nacional, Fernando Cordero –ex Alcalde de Cuenca- , en julio de 2012 pidió al Alcalde Paúl Granda una amplia información sobre los procedimientos para que la área verde pasara a particulares. La respuesta fue un informe del síndico encargado, Diego Vanegas, señalando que según acta municipal del 10 de marzo de 1977, el terreno no era municipal.
En agosto siguiente, el mismo funcionario, como prosecretario municipal, denunció a la secretaria Lorena Cazar que había desaparecido del archivo el acta en mención, documento en el que sustentó su informe. El Presidente de la Asamblea, en noviembre de 2012, insistió al Alcalde Granda la información completa, pues su informe no le satisfacía y se contradecía al afirmar que el terreno no era municipal, con el sustento de una acta inexistente.
En marzo de este año se envió a Fernando Cordero otro informe del mismo prosecretario Vanegas, que alude a la desaparición del acta y sugiere una auditoría para esclarecer el dominio del predio. A pesar de que ignoró las escrituras, planos y pruebas de los vecinos sobre ese bien municipal, se abstuvo esta vez de decir que “no es de la municipalidad”. El Alcalde, el 15 de abril, ordenó la auditoría, para investigar, como pidieron los vecinos hace un año y medio y fueron enjuiciados.
En el primer informe, negó validez a registros catastrales que identificaban al predio como “área verde” y “propiedad municipal”, recomendando que se los enmiende, lo que ocurrió poco después, con un sello que los nulitaba, dando como hecho firme la “actualización”, división, donación y venta del terreno que, según tales catastros, era bien público y como tal “no consta en el listado de contribuyentes”.
El mismo doctor Vanegas elaboró la resolución que firmó el Alcalde el 11 de abril, disponiendo demoler parte del bien de Bertha Jara. Granda ensayaba en el Salón de la Ciudad su discurso para la sesión de cabildo del 12 de abril, cuando Vanegas llegó apresurado con la resolución para que la firmara el Alcalde, acaso sin leerla, pues era apenas menos tan larga que el discurso que le urgía pronunciar en la ceremonia cívica del otro día.
Esa fue la última gestión municipal del doctor Vanegas –a veces prosecretario, a veces síndico encargado-, pues después de las fiestas de Cuenca dejó el cargo. La perjudicada, que construyó su vivienda hace tres décadas, planteó la revisión del caso y su hijo, Diego, el recurso de amparo constitucional, soñando en la justicia. |