La recuperación del Pasaje León, uno de los bienes con valor cultural e histórico importantes de la Plaza San Francisco, podría estar terminada hasta el mes de abril de 2015
El Pasaje León, uno de los inmuebles patrimoniales importantes del centro histórico de Cuenca, entró en restauración el 28 de julio. Es parte del conjunto arquitectónico de la Plaza San Francisco, cuya recuperación está aplazada por controversias en cuanto a sus características futuras y su destino.
Gustavo Lloret Orellana, arquitecto con experiencia como restaurador de varias edificaciones inventariadas por su valor histórico y arquitectónico de Cuenca, es el contratista del Pasaje León, que deberá entregarlo en ocho meses, por el valor de 811.652 dólares.
El bien, entre las calles Presidente Córdova y General Torres, fue construido hacia 1930 bajo la dirección de Luis Lupercio, albañil que adquirió conocimientos y experiencias bajo la dirección de profesionales europeos que, durante el auge del negocio de la cascarilla y la paja toquilla, fueron contratados por familias pudientes para levantar edificaciones con modelos afrancesados. Los diseños los preparó Carlos Ordóñez Mata, vinculado a familias exportadores de la cascarilla a países europeos.
El Pasaje León fue levantado en sustitución de una antigua construcción colonial, de una planta, que formaba parte de los predios de la comunidad religiosa de franciscanos. El sacerdote Juan Antonio Chacón vendió a Víctor León Almedia la edificación, que por entonces se distribuía en torno a un jardín, un patio enladrillado y un huerto colindante con la propiedad conventual.
En 1931 el nuevo propietario encarga la construcción del edificio a Lupercio, destinado a fines comerciales. León gerenciaba una casa exportadora de sombreros de propiedad de una familia Delgado, que había hecho fortuna a través de la actividad comercial con destino a Europa. Casado con Lastenia Delgado, se vinculó al grupo comercial que proseguiría bajo la nominación de Herederos de M. Delgado Delgado, hasta su muerte el 5 de enero de 1933.
Frontis del Pasaje León, detalles constructivos y materiales decorativos de la edificación. |
Según un estudio de la Dirección de Áreas Históricas y Patrimoniales de la Municipalidad, en la construcción del Pasaje León se utilizó los materiales más costosos, con baldosas y latones para los tumbados y paredes, importados de Cuba y Francia, aunque el destino de un gran centro comercial no llegó a realizarse, pues arrendado en la segunda planta por Alfredo Campo, acabó convirtiéndose en un hotel, que funcionó hasta los años 50.
La parte baja fue arrendada por el farmaceuta Gabriel Tenorio Lasso, que instaló la Botica Olmedo Nro. 2, establecimiento de salud afamado y tradicional de Cuenca que permaneció en el lugar hasta 2006 con su característico ambiente de frascos gigantes, gabinetes y el olor característico de las antiguas boticas en las que se elaboraba los medicamentos. La Botica Olmedo sigue funcionando, bajo la misma modalidad, ahora en la calle Juan Jaramillo -entre Luis Cordero y Borrero- bajo la dirección de Flor María Salazar, viuda de Tenorio.
El edificio ha sido utilizado para los más variados fines a lo largo del tiempo. Después de cerrarse el hotel se adecuaron las instalaciones del segundo piso para departamentos y cuartos de arriendo a estudiantes de provincias o del exterior que venían a estudiar en Cuenca especialmente en la facultad de Medicina. El espacio interior de la planta baja fue arrendado para bodegas del ferrocarril, así como de harina y arroz de comerciantes que tenían locales comerciales en las proximidades de la plaza San Francisco o en el mercado 10de Agosto.
Desde los años setenta del siglo pasado –salvo el espacio de la Botica Olmedo- la casa es arrendada por comerciantes de la plaza San Francisco, especialmente otavaleños, para bodegas y viviendas que funcionaban como conventillos. El hacinamiento provocó el deterioro del inmueble, que alguna vez sufrió un incendio y también ha sido víctima de problemas por las deficiencias en las instalaciones sanitarias. En los últimos años ha permanecido abandonado.
La edificación, por sus características arquitectónicas, los materiales con los que se lo ha construido , tiene un valor patrimonial especial, por ubicarse junto a la plaza San Francisco, concebida así desde tiempos de la fundación de Cuenca, cuando los terrenos fueron adjudicados a Sebastián Palacios, luego de cuya muerte, en 1558, se convertiría en La Plaza de la Feria, por orden del Gobernador Gil Ramírez Dávalos.
La Plaza, además, tiene importancia en el ámbito histórico. En diciembre de 1820, apenas pocas semanas después de la proclamación de la Independencia de Cuenca, tras el revés en los combates de Verdeloma, las fuerzas reales hicieron del lugar un campo de ejecución de 28 patriotas capturados. Entones la Plaza de San Francisco y por buen tiempo, pasó a llamarse La Plaza del Patíbulo.
En 1857 en este lugar fue también ejecutado Tiburcio Lucero, un indígena acusado de parricidio, a quién la poetiza Dolores Veintimilla de Galindo dedicara un poema denunciando la crueldad de la justicia que le fue aplicada.
La restauración del Pasaje León será oportunidad para recuperar no solamente el bien inmueble, sino parte de la historia y la cultura de Cuenca. Lloret Orellana, el profesional que ha iniciado la obra, tiene amplia experiencia en este tipo de intervenciones. Anunció entre lo fundamental a su cargo la recuperación arquitectónica, la impermeabilización de 667 metros cuadrados de cubiertas de teja y 125 metros de cubiertas de vidrio. La renovación de los sistemas sanitarios y eléctricos y de 425 metros de pisos. Los cielo rasos de latón cubren 600 metros cuadrados y su recuperación estará a cargo de profesionales con amplia experiencia en la materia.
Todo lo que se refiere a carpintería y estructuras en hierro forjado, será también restaurado con la participación de alrededor de setenta personas entre obreros, profesionales constructivos y de la restauración. Si se cumplen el plazo establecido y no se producen problemas durante los trabajos, la restauración del Pasaje León podría inaugurarse en abril del año próximo, con motivo de las celebraciones cuencanas por el mes de la fundación.