La exhibición visual comienza a la par con música compuesta por uno de los artistas del equipo creativo, o por piezas musicales clásicas escogidas para acompañar las imágenes digitales de las obras que, de repente, son visibles ampliamente no sólo en las paredes, sino en las columnas y el piso entero, pintando de los colores de la paleta del artista los rostros y cuerpos completos de los espectadores

La exhibición visual comienza a la par con música compuesta por uno de los artistas del equipo creativo, o por piezas musicales clásicas escogidas para acompañar las imágenes digitales de las obras que, de repente, son visibles ampliamente no sólo en las paredes, sino en las columnas y el piso entero, pintando de los colores de la paleta del artista los rostros y cuerpos completos de los espectadores

a galería Atelier des Lumières en París tiene abierta al público una exposición tan interesante como controversial entre los amantes del arte puro; en otras palabras, aquellas personas que aprecian las manifestaciones pictóricas como fueron creadas originalmente, no tienen el menor interés por ver esta exposición de Van Gogh en la galería mencionada. El motivo es que la galería se especializa en arte digital, que como tal ha dado nacimiento a obras de gran interés estético si bien tal interés se concentra más en la creatividad del artista al trabajar con programas de software que en la habilidad manual del mismo.

Si bien esa actitud quizá purista de muchos es completamente comprensible, tampoco se puede negar que el impacto visual del arte digital no sea estético. La exposición ‘’La Nuit Etoilée’’, que es el título del famoso cuadro ‘’La Noche Estrellada’’, recoge todas las obras clave del artista, desde la época en que pintó paisajes campestres y citadinos de Holanda, incluyendo obras en las que resaltó la pobreza de la vida campesina y la alimentación a base de papas, hasta la famosa obra con la que se titula esta exhibición.

Para las proyecciones de arte digital, la galería Atelier des Lumières se vale no solamente de las amplias paredes de la sala donde se hacen las proyecciones, sino también de las anchas y redondeadas columnas que forman parte de la estructura del edificio donde se asienta la galería y, además, del piso. Es decir, la estructura total de la sala le sirve a la galería para sus proyecciones.

Imagine usted que ingresa en una sala amplia, completamente a oscuras. La única luz será la que provenga de las imágenes emitidas por los varios proyectores ubicados en el cuarto de control de la galería. La exhibición visual comienza a la par con música compuesta por uno de los artistas del equipo creativo, o por piezas musicales clásicas escogidas para acompañar las imágenes digitales de las obras de Van Gogh que, de repente, son visibles ampliamente no sólo en las paredes, sino en las columnas y el piso entero, pintando de los colores de la paleta del artista los rostros y cuerpos completos de los espectadores.

Las imágenes digitales no son estáticas, sino que se mueven casi en perfecta armonía con la música, ya sea desplazándose a lo ancho de la pared hasta desaparecer mientras aparece otra obra pictórica, o ya sea gracias a la creatividad de los artistas que han creado la presentación digital. Por ejemplo, la imagen digital de varias flores del árbol de almendra que Van Gogh pintó con un fondo turquesa, caen desde la parte más alta de la pared hacia abajo, cual una lluvia de flores. El agua presente en la obra ‘’Los colores de la noche’’, se mueve como lo hiciese el agua de cualquier lago manso.

La experiencia en sí es básicamente una forma de apelar al sentido visual y auditivo, inundando tales sentidos de manera completa dadas las proporciones físicas de la sala; quizás una comparación ilustrativa sería el imaginarse inmerso en las luces fuertes y envolventes de una discoteca mientras la música retumba en los oídos.

La entrada a esta exhibición incluye dos proyecciones no relacionadas con Van Gogh: una de arte japonés y una llamada ‘Verse’, en un juego de palabras que se refiere al verso de un poema pero a la vez al poema que es la formación del universo si se toma en cuenta la teoría Big Bang.

Por supuesto que no hay nada como ver las obras de Van Gogh en un museo dedicado especialmente a su obra o a los movimientos artísticos a los que se apegó su pintura luego de haber pasado por el dibujo y la pintura tradicional de la época hacia el impresionismo. De hecho, mirar en esta proyección digital varias de las obras del artista que se encuentran en el museo de su nombre ubicado en Ámsterdam, no tiene punto de comparación. A lo mejor la clave está en dejar de comparar y mirar cada espacio por separado. Al hacer este esfuerzo, se puede decir que esta proyección preparada por la galería Atelier des Lumières en París no está desprovista de una belleza que emerge independiente de la que involucran las obras de Van Gogh en sí. El mismo pintor lo dijo ‘’¿Qué sería la vida si no tuviéramos el valor de intentar cosas nuevas?’’. Los autores de esta producción digital: Gianfranco Iannuzzi, Renato Gatto, Massimiliano Siccardi y Luca Longobardi, definitivamente se atrevieron a intentar algo nuevo.

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